El 20 de febrero de cada año, se instituyó como el DÍA DEL ABOGADO para rendir homenaje a los hombres y mujeres de nuestro país, prestigiosos en las ciencias jurídicas y universales; a esas personas que llevan en su alma la convicción íntima de ser los "llamados" a defender "a los que en verdad los necesitan".
El abogado o doctor en Derecho, ejerce profesionalmente la defensa de las partes en juicio y toda clase de de procesos judiciales y administrativos, así como también, brinda asesoramiento y consejo en materias jurídicas, observando muchas cualidades que deben investir a un abogado, como son: saber investigar, saber exponer, saber discutir y la más importante, amar a su profesión y poseer el arte de mantener buenas relaciones.
Una de las funciones básicas del abogado es la prevención, tendiente a evitar los conflictos de sus clientes, mediante un buen asesoramiento y buen desempeño de sus funciones, el abogado, más que para litigios, controversias y juicios, sirve para no llegar a ellos, en pocas palabras sirve para mediar, terciar o evitar conflictos entre las partes envueltas en algún problema. Además, lograr de manera incansable, que su cliente salga satisfecho de la labor realizada y reconozca que el fin de la actividad del abogado es realizar justicia por medio del derecho.
Entre las cualidades del abogado no solo están la lealtad y la ética para con sus clientes, sino que también debe existir rectitud, honradez, nobleza, honestidad, lealtad, respeto y fraternidad con sus colegas; en tal sentido, la profesión de abogado se basa específicamente es servir a los demás, con empeño, dedicación, lealtad, haciendo de nosotros la frase del famoso jurisconsulto Ángel Osorio y Gallardo: “Quien elige una carrera como la de abogado a ella tiene que entregarle el corazón”.
Es obligación de cada abogado enseñar a amar y a defender la justicia a través del derecho, convirtiéndose en un soldado de la justicia y defensor de la libertad.
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